Donde habitan "los migalas"

Donde habitan "los migalas" (De cuentos y arañas)

sábado, 5 de diciembre de 2015

La vida sigue

El anciano miraba el capullo con absoluto detenimiento. Se encontraba sentado en una silla plegable, y apoyaba un paraguas abierto sobre su hombro, a modo de sombrilla. A la tarde volví a pasar por allí, se había puesto a llover, pero el anciano seguía allí, con los ojos clavados en el capullo de rosa.
De noche, me encontraba en mi cama, dando vueltas, sin poder dormir, cuando me vino a la cabeza la imagen del anciano. Tuve un impulso irracional, me vestí, y fui al parque:¡Ahí estaba!, con un casco de minero en la cabeza, y la luz alumbrando el capullo. Estuve más de dos horas observándole desde un banco próximo, hasta que me quedé dormido.
Cuando desperté ya había amanecido. "Tendría que estar en la oficina", pensé, pero no me importó lo más mínimo, tenía la sensación de que no debía moverme de allí, algo trascendental iba a suceder en cualquier momento. Me acerqué al anciano, y miré el capullo con total atención, tal como lo hacía él. Entonces sucedió, vi como el capullo se abría, convirtiéndose en rosa, ante nuestros atónitos ojos. El anciano, con lágrimas surcando sus mejillas, me miró: "¡Es cierto!" - dijo - "¡la vida sigue!"

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