Donde habitan "los migalas"

Donde habitan "los migalas" (De cuentos y arañas)

viernes, 30 de mayo de 2014

Música viva

Era sábado por la noche, pedí una "heineken" en botella, y me senté en una mesa cercana al escenario. Me gusta ver de cerca a los artistas, el lugar de donde nace la música. El trío formado por batería, contrabajo y saxo, tocaba estandares de "Duke"; una noche perfecta. Después de varios compases, desangelados por la falta de humo de los cigarros, el bajo empezó a desmembrarse entre menores y disminuidos, rajando los cristales de los cuadros que colgaban de las paredes; los latidos de la batería, se distanciaban de forma antinatural, a contratiempo, haciendo caer trozos de escayola del techo; el saxo chirriaba como una garganta herida. Se produjo fuego en la cocina, varios focos estallaron. Los músicos siguieron tocando, como si de la orquesta del Titánic se tratara. El suelo empozó a temblar, me agarré a la mesa, y caí con ella de espaldas. Ahora, el bajo ejecutaba endiabladas escalas imposibles en borbotones furiosos, la batería taladraba las paredes como si fuera metralla; del saxo, surgió un do sostenido manteniendo el espacio y el tiempo en su compás.................., y cayó, a modo de coda final, destrozando las paredes del local.
Me arrastré hasta la calle, ensangrentado y descompuesto, mientras los bomberos se afanaban por recuperar los cuerpos de  entre los escombros.

sábado, 3 de mayo de 2014

El hombre inexistente

El hombre entró en el ambulatorio y se sentó en la sala de espera. La enfermera entraba y salía de la consulta con la lista en la mano llamando a los pacientes con voz estridente. Se quedó solo. La enfermera se acercó.
- ¿Qué desea?
- Tenía hora a las 12 y media.
- ¿Cual es su nombre?
El hombre se lo dijo, y buscó en la lista.
- Pues no aparece. Bueno, entre de todos modos.

Luego fue a un bar para tomar algo. Se acercó a la barra, en la que los pinchos de ensaladilla se alternaban con los volovanes de bacalao y tortillas de patata rellenas. Pasaron 10 minutos, en los que el hombre observaba cómo el barman iba de un lado a otro de la barra bromeando con los clientes, mientras servía copas y cafés. Pasaron otros 10 minutos, nuevos clientes se acercaban a la barra para pagar o retirar sus consumiciones. Al rato, salió del bar sin haber sido atendido.

Fue a su casa y encendió el ordenador. La bandeja de entrada del correo estaba vacía. Abrió su blog personal, el contador de visitas marcaba un cero. Apagó el ordenador y llamó por teléfono: "En éstos momentos todas nuestras líneas están ocupadas. En breves momentos le atenderemos. Manténgase a la espera". Una música insulsa sonó en el  auricular. A los 2 minutos la máquina repitió sus palabras, y de nuevo la insulsa música. Tras escuchar por 6ª vez las mismas palabras, colgó.
Se quedó sentado en la butaca, inmóvil, con los ojos muy abiertos, los brazos apoyados en el reposabrazos, los escasos rayos de sol que se colaban por las rendijas de la persiana se iban debilitando.
- ¡Ya está bien! - gritó, golpeando el sillón con los puños.
Se levantó, entró en el laboratorio, se puso la bata blanca, y se puso a trabajar. Pasó una semana encerrado en él. El primer día creó los cielos y la tierra,........................................, el sexto creó al hombre, el séptimo descansó.