Donde habitan "los migalas"

Donde habitan "los migalas" (De cuentos y arañas)

viernes, 24 de julio de 2015

El lugar más remoto del mundo

El aparato despegó del helipuerto situado en la proa del barco entre fuertes ráfagas de viento. La maestría del piloto evitó que se estrellara contra  la cabina de mando de la embarcación.
"¡Por Dios, como se le ocurre salir en estas condiciones!" - pensaba Pedro, agarrado fuertemente al asiento situado a la derecha del piloto. Este se mostraba tranquilo, pese a los bruscos cambios de dirección del helicóptero.
- ¡Avspent! (1) - dijo el piloto al ver su expresión.
El helicóptero se elevó para evitar las corrientes de aire, y se dirigió entre la niebla hacia las coordenadas indicadas en el radar: Isla Bouvet, a 1600 km. de la Antártida, y a 2000 km. del Cabo de Buena Esperanza; el lugar más remoto de la tierra. Se trata de una isla de origen volcánico, de 49 km. cuadrados de extensión, con el 90 % de su superficie cubierta por glaciales. El resto, son playas de arena negra donde viven pinguinos, focas, y aves marinas.
El helicóptero descendió, sumiéndose de nuevo en fuertes turbulencias, que hicieron que se tensaran todos los músculos y nervios del cuerpo de Pedro. Paralizado por el miedo, percibía el temblor del aparato, resistiendo a penas las sacudidas del viento. El piloto se encontraba completamente concentrado, manteniendo el rumbo hacia una masa blanca que se distinguía más adelante. De allí, provenía un murmullo sordo que iba aumentando a medida de que se acercaban, igual que aumentaba el estado de ansiedad de Pedro. Grandes masas de hielo caían constantemente desde lo alto  de los acantilados que rodeaban la isla, provocando aquel ruido como de timbales anunciando el climax de una sinfonía al que no se acaba de llegar.
- ¡Is beautiful! (2) - Dijo el piloto esta vez en inglés.
El helicóptero aterrizó en "La Meseta de Guillermo", el cráter de un volcán inactivo cubierto de hielo, que ocupa el centro de la isla.
- ¡Lykke til! (3) - Le dijo el piloto levantando el pulgar.
Pedro, embutido en varias capas de neopreno, que cubrían el 98% de la superficie de su cuerpo, cogió la mochila y bajó del helicóptero. Este, vapuleado por el viento, se alejaba mientras el piloto le saludaba con la mano.
Apenas podía mantenerse en pie entre las heladas ráfagas de viento de más de 100 km/h.
"El infierno" - pensó - "donde debo estar".
Intentó montar la pequeña tienda de campaña que llevaba en la mochila, pero el viento acabó arrastrándola antes de que pudiera anclarla al hielo, junto a la mochila, con los víveres y demás utensilios. No le dio mayor importancia; se sentó en el suelo con las piernas cruzadas, y cerró los ojos: La imagen seguía allí, el rostro de Clara, con los ojos abiertos, el hilillo rojo de sangre saliendo de la comisura de sus labios, su cuerpo atrapado por el amasijo de hierros en el que se había convertido el Audi; y él, junto a ella, atrapado también, extendiendo su brazo para intentar tocarla, gritando, durante 10 interminables horas, hasta que llegó la ambulancia.............
Respiró hondo, y se concentró en la respiración; la imagen cambió: Vio la puerta de su casa, la abrió, se dirigió a la sala, allí estaba Clara, con el camisón verde, esperándole;
- Hola - Le dijo sonriendo al verle.

A los tres días volvió el helicóptero para recoger a Pedro, tal como habían acordado. El piloto encontró su cuerpo helado, con las piernas cruzadas, semienterrado por la nieve, con una sonrisa en los labios.

(1) Tranquilo en noruego.
(2) Hermoso en inglés.
(3) Suerte en noruego.