Donde habitan "los migalas"

Donde habitan "los migalas" (De cuentos y arañas)

domingo, 6 de noviembre de 2016

El viaje imaginario (parte 1)

¡Me encanta viajar!; pero en mi cabeza. Allí puedo ir donde quiera y con quien quiera. Es importante elegir el lugar de destino, pero más importante es el medio de transporte y la persona, animal o cosa que va a ser tu acompañarte, si decides no ir solo, ya que de esto dependerá la cualidad instructiva del mismo.
Pero lo que sucedió rompió por completo los esquemas del viaje perfecto.
Recibí una carta:
                                     "Ven cuanto antes por favor, te necesito.
                                       María".
Eso era todo. ¿Alguien que me necesita?, ¿una mujer?
Podría haberla ignorado, y es lo que intenté, pero la textura del papel, la fina caligrafía, el olor a vainilla,........
La carta, según la dirección del remitente, venía de Brighton, ciudad costera situada al sur de Inglaterra. Si quería saber algo más tendría que ir allí.
Me costó mucho decidirme, pero al final lo hice, ¡iría a Brighton! Cogería un avión hasta Londres, y de allí en ferrocarril hasta Brighton.
Lo planeé todo perfectamente, después de consultar todos los datos disponibles en internet: En Londres visitaría la casa del primer ministro en Dowing street, la que sale tanto en la tele, luego el número 221 b de Baker street, donde Sherlock Holmes desentrañaba emocionantes misterios, iría de compras por Oxford street, vería un musical en uno de los numerosos teatros de Picadilly Circus, cruzaría el famoso paso de cebra de Abbey road emulando a los Beatles, y no me perdería por nada del mundo recorrer el interior de la abadía de Westiminster, con sus numerosas tumbas y mausoleos, entre los que se encuentra el de Isaac Newton. En Brighton no había mucho que ver, como mucho visitar el extravagante Roya Pavilion o pasear por sus antiquísimos muelles.

Preparar bien la maleta es fundamental para el éxito del viaje: 2 mudas y 2 pares de calcetines para cada día, lo mismo con las camisas y los pantalones (menos mal que llevo siempre el mismo modelo de camisa a cuadros y pantalón vaquero,  que si no me volvería loco para elegir el adecuado para cada momento). Con los zapatos basta con 2 pares y betún negro, un par de jerséis, y la chamarra para el agua. ¡Ah!, la bufanda, los guantes de cuero y el sombrero. Se que éste último ya no se lleva, pero oculta mi incipiente calvicie.
Luego están los utensilios de higiene, y en un tercer grupo, y no por ello menos importante, el de ocio: Libro electrónico, tablet, mp3, todos ellos bien surtidos de contenidos multimedia.
Una vez hecha la lista con todos los enseres necesarios, hay que proceder a colocarlos ordenadamente, por grupos, encima de la cama (o camas, dependiendo del volumen) y comprobar meticulosamente que todos ellos se encuentran descritos en la lista.
Lo anteriormente citado, lo realizaremos al menos 3 días antes del día de la partida, dejando para el día anterior a la misma la colocación sobre la mesilla de los llamados efecto personales: Móvil, cartera, reloj, llaves,pañuelo, prestando especial atención en las tarjetas de crédito, billetes de transporte, y carnets de identificación, que guardaremos debidamente ordenados en los distintos compartimentos de la cartera, dejando todo ésto visible hasta el último momento de partir, en el que lo introduciremos en el pequeño bolso de mano que llevaremos siempre encima.
Ya sólo queda el delicado proceso de ir introduciendo cuidadosamente cada uno de los enseres en las maletas, sin escatimar el número de ellas, y etiquetándolas con el nombre, dirección y teléfono, ante posibles pérdidas. Y ya estamos listos para hacer de nuestro viaje el viaje perfecto.