Donde habitan "los migalas"

Donde habitan "los migalas" (De cuentos y arañas)

viernes, 15 de noviembre de 2013

Déficit de atención

El alto cargo fue recibido efusivamente por el director del colegio.
- ¡Buenos días señor!, acompáñeme por favor, le mostraré las instalaciones con sumo gusto.
Pasaron por los pasillos que separaban las distintas aulas, organizadas por edades. Los niños seguían atentamente las explicaciones del profesor; incluso los más pequeños.
- Como puede comprobar, nuestro sistema educativo a conseguido grandes avances, sobre todo a nivel pedagógico - alardeaba el director. - Hemos eliminado por completo los castigos, y el fracaso escolar se ha reducido al  2 %.
- ¡Impresionante!.
Salieron al patio; era la hora del recreo. Unos niños jugaban a la pelota; formaban un círculo y se la pasaban por turnos. Otros, leían o conversaban.
- ¿No hay pocos niños? - comentó el alto cargo.
- La mayoría están en la biblioteca o en el laboratorio - respondió el director.

De vuelta al despacho del director, el alto cargo se paró ante una puerta de la que salía un gran alboroto.
- ¿Qué sucede aquí?.
- ¡Bueno..............!, entre.
El director le abrió la puerta. Dentro, los niños se perseguían, saltaban en colchonetas, gritaban y se disputaban juguetes,............................
- No les hace efecto la medicación,.
- ¡ Es una verdadera tragedia!.
- Si, ¡pobres diablos!.

El director del colegio y el alto cargo, se despidieron con un apretón de manos.
- Están haciendo un buen trabajo - le dijo éste último al director.
- El mérito no es sólo nuestro - respondió.
El alto cargo,  cogió su coche para dirigirse a casa.
Conducía cumpliendo estríctamente cada señal; mientras, en las cunetas, las sirenas meneaban sensualmente sus grandes pechos, ofreciéndoselos.
Paró ante un semáforo: los ojos clavados en el disco rojo; mientras, un unicornio alado, hacía cabriolas en el aire delante del coche..
Llegó a su casa a la hora prevista; tomó su habitual ensalada de lechuga ante la televisión; se lavó meticulosamente los dientes; tomó la medicación; y se acostó para dormir, sin sueños, las 6 horas establecidas; mientras, en la calle, los hombres-lobo perseguían al las hadas bajo la luna llena.

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